Hace miles de años, el suelo podía tratar de forma natural todos los desechos que generamos los humanos, pero ahora, con miles de millones de personas en el planeta, esto ya no es posible. Sin embargo, el suelo sigue desempeñando un papel fundamental en la limpieza que dejamos atrás. Hace más de un siglo, se inventó el tanque séptico para separar los desechos líquidos de los sólidos, pero el destino final del suelo sigue siendo el mismo.
El suelo está compuesto por billones de granos de arena con una ligera carga, que atrae el líquido a través de ellos mediante un flujo capilar. Este flujo permite que billones de bacterias cubran los granos y utilicen el oxígeno para digerir la materia orgánica y purificar los desechos. Las partículas del suelo también se filtran para mantener las bacterias y los virus patógenos alejados de nuestro agua de pozo.
Inicialmente, los tanques sépticos drenaban en pozos simples en el suelo, pero con el tiempo, nos dimos cuenta de que se obstruían debido a la mucosidad viscosa de los desechos sépticos que cubrían el suelo. Se descubrió que una forma de canal alargada con un tubo perforado sobre un lecho de roca de drenaje creaba más superficie de suelo para que los desechos líquidos se drenen. Las rocas permiten que las bacterias colonicen y digieran los desechos, y los espacios entre ellas dan tiempo al líquido para que se empape en el suelo circundante antes de que llegue la siguiente carga.
Los desechos sépticos están llenos de materia orgánica disuelta, incluida la mucosidad. La mucosidad es pegajosa y puede obstruir los huecos en los granos del suelo, lo que provoca fallas en el campo de lixiviación. Hace varios años, una empresa creó un sistema de cámara de plástico con rejillas para permitir que el líquido ingrese al suelo. El diseño genera un gran volumen para el almacenamiento de líquidos y es liviano y fácil de instalar. Sin embargo, las afirmaciones de que esta tecnología podría reducir la huella del sistema de lixiviación necesitaban ser más creíbles.
Uno de los argumentos en contra del uso de rocas de drenaje en la zanja es que ciega la superficie de absorción del suelo, pero esto no es cierto. El agua fluye alrededor de la roca y es absorbida por el suelo, y el fondo de cualquier zanja de lixiviación generalmente está sellado por la mucosidad del efluente séptico en el primer par de años. Las cámaras están vacías, por lo que el suelo del fondo queda expuesto a la agitación del agua aplicada, que moviliza las partículas finas y crea un sello en la superficie del suelo.
Las tuzas también pueden ser un problema en California, donde pueden llenar un campo de lixiviación entero con tierra. El condado de Sonoma requiere al menos 6″ de roca de drenaje en un sistema de cámara para combatir esto.
Si bien los sistemas de cámara funcionan, no deberían recibir un crédito especial. Si tienen la mitad del tamaño que necesitan, es posible que requieran una remediación con un SludgeHammer. Afortunadamente, este método funciona. Recuerde, es esencial mantener y cuidar adecuadamente su sistema séptico para evitar posibles problemas en el futuro.